- La casa llena de sonrisas, karaokes, arrumacos, indecisiones, series gringas, vasos rotos y mudanzas.
- El mar que trae entre la espuma nuevas caras y alegrías.
- El trabajo interminable que crece y crece, pero que aunque agotador, también satisfactorio.
- El encuentro del rincón ideal.
- Los labios hallados que además de besar, charlan, provocan carcajadas y promulgan la domesticación quedita.
- Las aventuras de este terco corazón que me tocó.
- La música como soundtrack de un camino nuevo.
- La decepción de hallarlo y no ser correspondida porque el universo olvidó conspirar a mi favor.
- Las certezas volcadas en angustias.
- Los planes de mandar todo a volar.
- Las confesiones que sorprenden, que hacen sonreír, que preocupan, que incomodan.
- Los reencuentros.
- Los viajes físicos y químicos.
- Los tequilas, mezcales y rones traicioneros.
- Los descubrimientos gastronómicos.
- El ahijado.
- Los paseos sobre ruedas.
martes, 1 de enero de 2013
Recuento del año viejo
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