jueves, 17 de junio de 2010

Beatum Diem Natalem

Silencio. No hablas, no escribes, nada. Yo no escucho, no leo: tampoco nada. Desconozco la rutina y no pierdo tiempo en imaginarla. Sabes que tu nombre comienza con H; que nació en una butaca, tras la explosión de una bomba humana en Santa María la Ribera y que la humareda hizo un largo recorrido acompañado de blues y de todas las canciones que el conductor sabía, para llegar hasta Guerrero al lado de una manada de tigres.
     Pensé en flores, en bolígrafos lujosos, en escritorios de colección, en fotografías virtuales, en ediciones de video, en montón de chucherías, pero todo apela a las ruinas y no creo que sea adecuado... de cualquier forma, ¿qué es adecuado, escribir en clave?  Comencé a rememorar con la palabra escrita y pensé en convertirla en un deleitable presente, pero esa idea terminó descartada por tratarse de versiones unilaterales. Pensé en escoger una canción, pero todas me remitieron a los mismos ritmos y temas que habrán escuchado aquellos de antes... y Sabina está vetado, así que decidí no seleccionar ninguna compra, ni elegir ningún tema musical, ni inventar un recuerdo, ni evocar nada. Preferí limitarme a la frase Beatum Diem Natalem, cincuenta y dos días antes de la fecha y sentenciar que todo lo que haya sido lo dejo sólo para mí. 
P.D. Mientras, haré una conmemoración precoz saboreando a la "Mujer con corazón de hombre".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

me gusta, este estilo entre melancólico del no me acuerdo al recuerdo pero avanzo me gusta...las letras fluyen (como parece empiezas a fluir también) y se deslizan suaves, como lágrimas, por el cristal...

Jota Ge dijo...

Anónimo, gracias por el comentario. Saludos!